Gn 22:1-19 - "Él es el amor de mi vida"- Serie Génesis No. 44
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INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
Esta mañana es muy especial, tenemos la oportunidad de estar nuevamente en la congregación del Señor. Quisiera hacerte algunas preguntas tan vitales e importantes. Preguntas que tú y yo necesitamos tener en cuenta por todo el resto de nuestra vida. ¡Sus respuestas marcarán tanta diferencia sobre quiénes somos y a donde nos dirigimos!
Quedé impactado por una escena de la televisión, cuando pasó un hecho lamentable en Argentina hace un par de años, donde el submarino ARA San Juan se perdió y por muchos meses no fue hallado. Había mucha incertidumbre en los primeros días, desesperación y esta era una noticia a nivel internacional y estaba en la mayoría de los canales. Un periodista preguntó a una señora o esposa desconsolada: ¿Quién era el culpable? La pregunta insensible parecía ser para forzar a que la señora dijese que el gobierno o los militares eran los culpables, pero la respuesta de la esposa con gran dolor fue: “Dios es el único culpable”.
¿Cuánto amas al Señor? ¿lo amas porque recibes su bendición? ¿Y si no las recibirías? ¿amarías al Señor igual? ¿Amas al Señor porque tienes familia, trabajo y salud? ¿y si no fuese así, también lo amarías y honrarías? ¿Cuántos de nosotros si fuésemos probados en nuestra fe, tal vez nos diésemos cuenta que no somos verdaderos cristianos o verdaderos adorares de Dios. ¿Si viniese la prueba y tuviésemos que perder nuestro bienestar, salud, dinero, economía y aún a los seres que más amamos, también honraríamos a Dios, también estaríamos dispuestos a obedecerle?
¿Y qué sucedería si viniese una gran prueba a nuestra vida, de tal manera que estemos en la línea de la debilidad, y esta prueba tan grande, tal vez la pérdida del ser que más amamos, nos llevaría a decir: “Dios es el único culpable”?
¡Que diferencia debería haber entre el mundo y la iglesia ante las pruebas y el dolor! De hecho, realmente lo hay. Hace poco, en familias cristianas de nuestra iglesia o cercana, esposas han perdido a sus esposos por Covid u otros temas de salud, y no han levantado la mano de acusación al cielo, sino han dado la Gloria a Dios por la vida de sus maridos, así como los hijos dieron la Gloria a Dios por la vida de sus padres. ¡Que hermoso es ver a familias cristianas que pueden perder al miembro más amado de la casa, pero que aún así estarán dispuestas a seguir confiando en Dios!
¿A quién sirves realmente? ¿Quién está en primer lugar en tu vida? ¿Hay algo que está ocupando un lugar antes que Dios mismo? ¿Te faltaría la fe ante una prueba muy difícil?
Hoy día vamos a ver cómo es que Abraham se convierte en el “padre de la fe” y como se convierte en el hombre más respetado de todo el Antiguo Testamento a causa de su fe. Pero en realidad hoy vamos a ver mucho más que eso, que detrás de este hombre de fe, está el Padre más extraordinario que podría existir, y si hoy tan solo quisieses conocerlo un poco más, seguro que también podrías vivir lo que Abraham vivió y seguro que podrías tener la misma comunión que tenía Abraham con Dios.
El título de nuestro mensaje es: “Él es el amor de mi vida” y está basado en Gn 22:1-19.
EXÉGESIS Gn 22:1-19
EXÉGESIS Gn 22:1-19
Mientras preparaba la lección de hoy un autor hizo cuatro preguntas y quisiera compartir esto contigo. Son cuatro preguntas trascendentales que vamos a ver el día de hoy. Y la primera pregunta es:
¿Quién es el amor de tu vida? Gn 22:1-2
¿Quién es el amor de tu vida? Gn 22:1-2
1 Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí.
“Aconteció después de estas cosas..” - ¿Cuáles cosas? Hemos finalizado el anterior domingo con una escena extraordinaria de bienestar de Abraham. Todas las cosas le son fructíferas y recibe bastantes bendiciones. Tiene un hijo pequeño a quién ama con todo su corazón, lo ha tenido a su edad muy avanzada y ese hijo es para él la máxima expresión de fidelidad de Dios y cumplimiento de sus promesas. El rey Abimelec y el comandante de su ejército reconocen que Abraham es un hombre bendecido por Dios. Seguramente todas las personas que conocen a Abraham deben estar pensando lo mismo.
“..que probó Dios a Abraham..” - Viene una escena que pondrá a prueba a Abraham de la manera más alta que se puede probar a un ser humano. Cuando todo parece ser perfecto en la vida de Abraham viene la prueba para ver si Abraham realmente ama a Dios por sobre todas las cosas.
“..y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí”- Abraham está viviendo una vida de bendiciones inimaginables y responde a la voz de Dios. Abraham tiene los oídos atentos al Señor. Hay comunión entre Abraham y Dios.
2 Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.
Este pedido debe asombrar grandemente a Abraham. Dios le está diciendo que tome a su hijo, al regalo que había recibido de Dios mismo, y le dice “..a quien amas..”. Dios sabe y conoce el corazón de Abraham y este hombre tiene en sus ojos a su pequeño hijo. La felicidad de Abraham y Sara debe ser enorme, es el hijo esperado en la vejez y al fin su heredero. Abraham realmente ama a su hijo de una manera extraordinaria. Creo que quienes son padres o madres pueden comprender este amor.
El pedido de Dios es bastante fuerte “..y ofrécelo allí en holocausto..” - Esta es una prueba extrema. Dios realmente le está pidiendo que sacrifique a su hijo Isaac. Dios le está pidiendo a Abraham que termine con la vida de Isaac y que sea considerada como una ofrenda a Dios. Realmente esto es bastante fuerte.
A muchos de nosotros nos podría parecer algo sumamente exagerado o fuera de lugar de parte de Dios, que pide a un padre que mate a su hijo como holocausto u ofrenda a Dios. Sin embargo, Dios, el SABIO DIOS, tiene propósitos especiales para Abraham y para Isaac y esta es una prueba que poco a poco irá revelando su verdadero carácter y objetivo. Abraham acaba de escuchar que Dios quiere a su hijo como una ofrenda para Él. ¡El hijo que Abraham ama tanto!
Este pedido debió impresionar mucho a Abraham. Seguramente tiene un corazón con mucho dolor por lo que acaba de escuchar pero tiene que tomar decisiones. La prueba consiste en saber a quién ama más Abraham ¿a Isaac su hijo o a Dios?
Esta es la primera pregunta para Abraham pero también para todos nosotros: ¿Quién es el amor de tu vida? ¿Hay algo o alguien a quién amas más que a Dios? Evalúa tu vida con esta pregunta. Es la prueba más grande, pero nos lleva a un análisis necesario en nuestra vida. ¿Quién es el amor de tu vida?
La segunda pregunta del día de hoy es:
¿A Quién vas a rendirte y obedecer? Gn 22:3-6
¿A Quién vas a rendirte y obedecer? Gn 22:3-6
3 Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo.
Este versículo nos deja atónitos a muchos de nosotros. Abraham no toma unos días para pensarlo. Ni siquiera hace las cosas lentamente, no trata de hacer tiempo o hacerlo con desgano, sino que es diligente, se levanta muy temprano. Es una persona que madruga para hacer caso a la voz de Dios a pesar de ser tan difícil lo pedido. Toma su asno para llevar alguna carga como leña y toma a dos siervos para que lo acompañen en el viaje que va a realizar.
“..y cortó leña para el holocausto..” - Abraham tiene que preparar la leña con la cual va a sacrificar a su hijo. Esto es lo que se llama obediencia. Tal vez no puede entender por qué Dios le está pidiendo esto, pero no cuestiona al Señor, sino que muy temprano realiza estas acciones. Seguramente el corazón de Abraham tiene dolor. El pedido de Dios es fuerte, pero cuando amas verdaderamente a Dios, más dolor causaría la desobediencia y la falta de comunión con Él.
En el antiguo Cercano Oriente, el dios que proveía fertilidad tenía derecho a una parte de lo producido y se demostraba en el sacrificio de animales, granos, y niños. Es muy probable que Abraham sepa las exigencias de los dioses paganos del antiguo Oriente, que es de donde salió. Realmente el mandato a Abraham era racionalmente inexplicable. Se podía esperar eso de las comunidades paganas donde se sacrificaba a los niños para apaciguar la ira de los dioses de esos pueblos en tiempos de crisis. Pero Abraham no está en tiempo de crisis, ¿qué ira tiene que apaciguar? Matar a Isaac no causa beneficio a su hijo ni tampoco a Abraham ni a la familia ni a la sociedad. ¿Será que hay algún beneficio en esto? ¿Será que Sara lo aprobaría? ¿Acaso este mandamiento no es opuesto a la promesa que Dios hizo a Abraham?
La orden del Señor ni siquiera parecía estar de acorde al carácter moral perfecto de Dios. De hecho Él va a prohibir los sacrificios humanos en Levítico, contrario a las ofrendas a dioses paganos. ¿Entonces qué está sucediendo aquí? Tal vez Abraham no puede comprender por ahora la exigencia de Dios, sin embargo, su respuesta es “la obediencia”.
A veces deberíamos aprender a decir: A pesar de que no entiendo cómo todo esto puede ser bueno en mi vida, sí sé lo que es bueno, y es la fe en Dios y la obediencia, conforme a sus propósitos. Abraham obedece diligentemente a Dios. ¿Y tú y yo haríamos lo mismo que está haciendo Abraham?
4 Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos.5 Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros.
El momento ya se estaba acercando. Este monte puede que sea una verdadera angustia para Abraham pero ya está cerca. Dice a sus siervos que esperen, que adoraran y volverán. Los siervos no serían partícipes del sacrificio, seguro que no podrían entenderlo.
“..y adoraremos..” - Pase lo que pase, sea tomada la vida o no de Isaac, (aunque para Abraham ciertamente eso ya era seguro) ambos iban a adorar a Dios. Esta es la manera de Abraham de decirle a Dios que lo ama con todo su corazón y que ambos, padre e hijo a Jehová se rendirán y adorarán.
“..y volveremos a vosotros”. Abraham dice que “volverán”. Esta no es una mentira de Abraham, sino es la seguridad de que Dios cumplirá su promesa y en Isaac le será llamada descendencia. Este versículo es tan extraordinario, puede ser la sugerencia de que Abraham confía plenamente en Dios y sabe que no puede perderse la línea mesiánica que un día terminará en Cristo para beneficio de todas las naciones y eso es a través de Isaac. Tal vez piensa que Dios levantará de las cenizas a Isaac y volverán juntos a casa, padre e hijo. Esto dice la carta a los Hebreos en el Nuevo Testamento de este tema:
17 Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, 18 habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; 19 pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir.
Abraham tiene por seguro que sacrificará a su hijo, pero que Dios cumplirá sus promesas de alguna manera que él en su mente limitada no puede comprender, aunque eso sea levantarlo de las cenizas.
6 Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos.
No sabemos cuántos años tendría Isaac, pero sí lo suficiente como para cargar un poco de leña mientras Abraham llevaba lo más peligroso, el cuchillo y el fuego. Debe entenderse por “fuego” como lo que ya está preparado, probablemente en una vasija, ya ardiendo para luego encender la ofrenda. Con todo lo difícil que es esto, Abraham es obediente al Señor.
¿Cuán obedientes al Señor somos nosotros? ¿Sólo cuando la petición es fácil y beneficiosa?
La primera pregunta fue: ¿Quién es el amor de tu vida?, la segunda fue ¿A quién vas a rendirte y obedecer? y la tercera pregunta es:
¿En quién vas a confiar? Gn 22:7-14
¿En quién vas a confiar? Gn 22:7-14
7 Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto?
Llegó la pregunta inevitable. La pregunta que sería como un cuchillo pero no solamente para Isaac, sino para el corazón de un padre. Que momento más difícil en esta historia. No sabemos como están los ojos de Abraham al pensar en una respuesta que le ahorren los crueles detalles de lo que está por suceder a su hijo amado.
8 Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos.
Esta es la respuesta sumamente dolorosa pero también de esperanza de Abraham. Este es un hombre que está caminando por fe y en obediencia al Señor, donde cada uno de los pasos es estar más cerca en distancia del momento que tendrá que demostrar cuánto ama al Señor.
“Dios se proveerá de cordero para el holocausto..” - Abraham tal vez no comprende el alcance de lo que acaba de decir. Probablemente está en su cabeza que esta tierna respuesta a su hijo representa que finalmente Dios es sabio para haber elegido a Isaac como el holocausto y que este padre estaba totalmente dispuesto a rendirse a Jehová.
9 Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña.
Esta es la apertura del momento más difícil de toda la historia. Han llegado al lugar y ahora se trata de confiar totalmente en Dios. Abraham debe estar seguro que Dios sí sabe lo que está haciendo para seguir adelante. A esto el mundo llamaría locura, pero la fe en Dios nunca es locura, sino es reposo en manos seguras. La situación es crítica, Abraham sabe que hay una madre que espera a su pequeño en casa, pero sabe que esto es lo mejor porque es lo que ha pedido Dios. Esta es la verdadera confianza plena y absoluta en Dios, que va más allá de nuestro entendimiento. Pero con todo lo difícil que es este versículo, hay algo extraordinario y es un padre que está enseñando a su hijo que la adoración y honra al Señor está por encima de todas las cosas, y ese altar que están construyendo, representa lo más extraordinario que los hijos podemos aprender de los padres, que es necesario obedecer al Señor y amarlo con todo nuestro corazón.
¿Cuántos padres o madres de esta iglesia, están dispuestos a enseñar a sus hijos que Jehová lo es todo para ellos y que aman a Dios por sobre todas las cosas?
“..y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña.” - Ya todo está dicho, ahora Isaac sabe quién es el cordero con el que adorarán a Dios. Esta es una escena de las más emotivas del Antiguo Testamento. Abraham ata a su hijo y lo pone sobre la leña. No tenemos detalle de la reacción de Isaac, pero es posible que esté tranquilo. A este punto es posible que esté tan solo mirando a su padre de forma serena, pero sabiendo que todo estará bien. Isaac habría aprendido a mirar a su padre, de la misma manera que Abraham miraba a Jehová y puede descansar sabiendo que su padre Abraham hará lo que es mejor para él, así como Abraham sabe que eso es lo que está haciendo Dios con él. Que escena tan difícil y emotiva, pero en el fondo ex extraordinaria. ¡En esta familia hay una fe viva y no una fe muerta!
10 Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. 11 Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. 12 Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único.
Abraham obediente hasta el final, estuvo a punto de degollar a su hijo, pero entonces, cuando la fe y obediencia dan frutos, se manifiesta la grandiosa e inmensa gracia de Dios desde los cielos. El ángel de Jehová, puede entenderse en este versículo como Dios mismo, le dice: “No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada, porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único”- Dios no permite que Abraham consume el acto que estaba apunto de lograrlo, sino que la prueba había sido vencida totalmente. Abraham realmente con todo su corazón no amaba más a su hijo o alguna otra cosa en el mundo más que a Dios. ¿Lo sabía Dios? Sí, sin duda. Dios sabe todas las cosas y conoce nuestros corazones más que nosotros, pero Abraham debía ser fortalecido en su fe, porque por ese hijo, Isaac, iba a venir muchos otros hijos hasta Jesucristo, quien sería el rescate por el mundo perdido. Las pruebas en nuestra vida son necesarias, pero su propósito es acercarnos más al Creador. Desarrollan la fe y nos llevan a una verdadera comunión con Dios.
“..porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único.” - Abraham había entregado todo en las manos de Dios, incluyendo la vida de su hijo y con seguridad la suya propia. Esta era la manera en que él estaba diciendo: “Señor, todo lo que tengo es tuyo, aún mi propio hijo ¿cómo te lo negaré? ¿cómo te negaré algo que tú mismo en tu misericordia me has dado? ¿cómo te negaré lo que no es mío sino tuyo?” y Dios miró su corazón y encontró a un hombre temeroso y entregado a Dios. Esta es la confianza absoluta en Dios. Abraham está listo, tiene edad avanzada, pero su fe está brillando tanto, que luego será llamado “amigo de Dios”. La prueba dura ha pasado, la fe de Abraham fue victoriosa y resplandece.
Nuestro problema a veces es que pensamos que lo que tenemos es nuestro, como si no hubiésemos recibido de Dios todas las cosas. Y luego un día sin darnos cuenta, alejándonos poco a poco de Él, no queremos ni que Dios mismo toque las cosas que creemos que nos las hemos ganado.
Dios detuvo un acto que era realmente cruel. Dios no había permitido que ese acto se consume. Ese acto era contrario al carácter moral y Santo de Dios, por supuesto que no lo iba a permitir, pero lo que acaba de hacer es extraordinario porque ahora hay un hombre, Abraham, que sabe que la confianza en Dios debe ser absoluta y que nunca jamás podría equivocarse al confiar en Dios. Y también hay un hijo que ha aprendido que su padre lo ama tanto que prefiere rendirse a Dios antes que rendirse a su amado hijo. No imagino lección más valiosa de prioridades en la vida para Isaac, que seguro ya sabe en quién debe confiar de ahora para adelante sin temor a equivocarse jamás.
¿Y en esta congregación también hay personas como Abraham temerosas del Señor y obedientes a Su Palabra? ¿Qué es lo que has estado rehusando al Señor? ¿Qué es eso que ocupa el primer lugar en tu vida antes que el Señor? ¿Hay cosas a las cuáles no puedes renunciar aunque bien sabes que son contrarias a la Palabra y Voluntad de Dios?
La última pregunta de hoy es:
¿A quién vas a adorar? Gn 22:1-14.
¿A quién vas a adorar? Gn 22:1-14.
13 Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.
La provisión de Dios es grande. A las espaldas de Abraham hay un carnero trabado y este será el sustituto de Isaac su hijo. Dios no quiere ofrendas o sacrificios humanos, no lo permitió, sino que él quiere sacrificios del corazón, corazones entregados, llenos de confianza y obediencia a Su Palabra. Dios es un padre amoroso, amaba a Abraham y amaba a Isaac mucho más que Abraham y había traído en su Soberanía y Sabiduría la prueba más difícil para renovar los corazones de ambos y ahora ha hecho provisión para el sacrificio. Este es un sacrificio sustitutivo, es decir, el carnero sustituye a Isaac.
Dios ha hecho provisión y Abraham e Isaac tendrán el privilegio que tú y yo tenemos hoy, el de adorar a Dios:
14 Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto.
Realmente puedes confiar en Dios. Tienes que saber eso porque es el Único que no va a fallarte.
Abraham pone nombre a aquel lugar y este es “Jehová Jireh”, es decir “Jehová proveerá”. Puede mirar nuevamente a su hijo Isaac, a su amado hijo Isaac y saber que su anticipada respuesta “Dios se proveerá de cordero para el holocausto” había sido tan acertada por la infalible fidelidad de Dios. No sabemos mucho detalle del camino de regreso, pero sin duda que había un padre cuya fe lo había librado del dolor, padre e hijo habían adorado juntos al Señor.
¿Y en esta congregación hay padres cuya fe libra también del dolor o causamos más dolor a nuestra familia por nuestra poca fe?
Finalmente la porción de la Escritura cierra con la renovación del pacto de Dios por el amor, obediencia, confianza y adoración de Abraham:
15 Y llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo, 16 y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; 17 de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. 18 En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.
Es la repetición de las promesas de Dios pero confirmadas por la fe de Abraham. Dios reconoce que Abraham no le ha rehusado ni a su único hijo, y va a bendecirlo todavía más y darle mucha descendencia como las estrellas del cielo. Y sobre todo la parte final “en su simiente serán benditas todas las naciones de la tierra” y esto quiere decir que vendría un hijo luego otro hijo hasta la llegada de Jesucristo quien daría su vida en la cruz por los pecados del mundo, para que todos aquellos que en él creen tengan vida eterna.
MEDITEMOS EN LA PALABRA
MEDITEMOS EN LA PALABRA
Hay tanto por aplicar en esta porción de la Escritura. Dios podría transformar nuestras vidas como lo hizo con Abraham, pero eso sucederá con los corazones que estén dispuestos a escuchar su voz.
Cuatro preguntas importantes que hemos visto el día de hoy. Preguntas que Abraham las respondió de la mejor manera, NO con palabras, sino en sus obras:
¿Quién es el amor de tu vida? Tú lo eres Señor, te amo más a ti que a mi propia vida, te amo más que lo más hermoso que me has dado, que es mi hijo amado. Tú eres el amor de mi vida Señor.
¿A quién vas a rendirte y obedecer? Solo a ti Señor, me rindo por completo a ti, y quiero que mi hijo Isaac también lo haga, es a Ti a quien queremos obedecer por siempre.
¿En quién vas a confiar? Absolutamente en ti Señor. Eres digno de toda mi confianza y mi entrega a ti. En tus manos está mi vida y la de mi hijo, en tus manos está toda mi familia. Tú siempre has hecho provisión para mí aún cuando yo no lo esperaba.
¿A quién vas a adorar? Solo a ti Señor, nadie más es digno. Quiero adorarte solo a ti y quiero hacerlo con mi familia, quiero que mi hijo Isaac sea un adorador tuyo.
Hay tanto por aprender de esta porción de la Escritura. Abraham es un hombre de fe donde su amor, obediencia, confianza y adoración son solo para Dios. El Señor no quiere sacrificios humanos, ni de obras, sino un sacrificio de corazón, donde realmente lo ames a Él por sobre todas las cosas. ¿Cuál es tu respuesta a estas mismas cuatro preguntas? ¿Serán las mismas respuestas que las que tuvo Abraham?
30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
Creo que una de las enseñanzas principales para nosotros es la que pasó con Isaac y muy poco se habla de esto. Isaac aprendió de su padre que había que amar a Dios por sobre todas las cosas, aún sobre él mismo. ¿Crees que podrías enseñarle a tu hijo a amar a Dios de esa manera? ¿Podrían aprender tus hijos en casa sobre el amor a Dios antes que al trabajo, dinero, salud, seres queridos, bienestar, bendiciones, seguridad, estudios, negocios, y tantas otras cosas que a veces mostramos a nuestros hijos o personas cercanas que nosotros amamos más a esas cosas que a Dios mismo?
Y finalmente quiero contarte una corta historia más. ¿Te ha impactado profundamente el sacrificio que estuvo a punto de hacer un padre a su propio hijo por amor a Dios? Entonces, tienes que saber esta otra historia, donde un Padre sacrificó a su Hijo por amor a ti y donde a diferencia de Abraham, no se detuvo el sacrificio, sino que se consumió.
Esta es la historia de un Padre, Padre Eterno, que tuvo que entregar a su Hijo para que fuese sacrificado, humillado, burlado, y a causa no de los pecados del hijo o del padre, sino de los de terceras personas, de forma específica los tuyos y los míos. Hubo también un sacrificio, un padre herido, un hijo entregado que dio hasta la última gota de sangre por amor a ti y a mí. ¿Y quién se acuerda de ese padre? ¿Y quién reconoce el sacrificio de ese hijo? ¿Quién quiere escuchar hoy en día, en el mundo, la historia de amor de ese padre y de ese hijo? Sin duda alguna, el mundo está cegado. Ese fue un sacrificio sustitutivo, al igual que el carnero que sustituyó a Isaac, es la historia más extraordinaria de la humanidad, porque en ese sacrificio Cristo nos han sustituido a nosotros. El justo por el injusto. Y mientras nosotros sí merecíamos estar ahí, el hijo fue entregado y sacrificado para que nosotros podamos vivir. Jesucristo, el cordero de Dios, fue entregado para que tú y yo seamos limpios de nuestros pecados.
8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Y sabiendo todo eso y conociendo el amor tan incomparable de Dios, ¿aún así quieres responder a las cuatro preguntas de otra manera? ¿Quién es el amor de tu vida? “Yo mismo, primero estoy yo antes que el Señor y primero es mi bienestar antes que agradar a Dios”. ¿A quién quieres rendirte y obedecer? A mis deseos y a todo lo que yo considere que es bueno para mi vida, sin importar si infrinjo la Palabra del Señor o Su Voluntad. ¿En quién quieres confiar? En mí o en todo lo que me de una vida mejor o me ayude a cumplir mis sueños. ¿A quién quieres adorar? Y esta no es necesaria que la respondas, porque las tres preguntas anteriores ya darán testimonio que no adoras a Dios, sino a ti mismo o a alguien o algo más.
Por eso es que esta historia del sacrificio sustitutivo llamada evangelio es tan importante, porque si rechazas la muestra de amor más grande de Dios a la humanidad, que es Cristo, entonces ¿cómo piensas alcanzar la vida eterna? o ¿cómo crees que tus pecados serán perdonados? Y lo cierto es que muchos rechazan ese sacrificio precioso de amor.
16 Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?
Ojalá se diga que en la Comunidad Evangélica Filadelfia, hubo y en realidad hay personas que sí han creído plenamente al Señor y si no lo has hecho entonces hoy puedes hacerlo.
29 ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?
Ojalá que este tiempo que estás con vida, que puedes respirar y que aún puedes rendirte al SEÑOR, lo busques y realmente te entregues a Él, porque sino serás juzgado y tendrás que pagar por tus propios pecados. No desprecies al cordero de Dios. Sacrificado por amor a ti. Hoy es el día de la Salvación y de que el Señor Jesucristo pueda darte una nueva y abundante vida. Gracias a Dios por el sacrificio que no se detuvo en la cruz por amor a nosotros. Entonces solamente cuando comprendamos esto, podremos decirle al Señor: Tú eres el amor de mi vida, a ti quiero rendirme y obedecer, en ti y tan solo en ti quiero confiar, aunque a veces las pruebas sean grandes y el dolor llegue a mi vida, sé que en tus manos sí puedo descansar, tus propósitos son mejores que los míos, y a ti y solo a ti quiero adorar.
Vamos a orar.